Opinión PR | Memorias de un escudo Rojiblanco (Parte 2 de 2)

Por Rafael Vera.

@rafaelverasa

::: Primera Parte:::

21 de julio de 1982: Las cosas caen por su propio peso. Los mercenarios españoles no pudieron con su proyecto sin historia y hecho al vapor y yo estoy de vuelta. Ese tal Atlético Español fue tan gris que por lo único por lo que se hizo célebre fue por una película del Chanfle. Lo único que me preocupa es cómo me recibirá mi afición; dicen que muchos de ellos, al estar sin equipo y viendo la gran década que tuvo otro equipo capitalino, han cambiado de bando. Bueno, yo sé que soy un equipo de historia y tradición y que, si ese es el caso, eso me ayudará a captar nueva afición. Espero que los nuevos dueños entiendan que si los nuevos aficionados son jóvenes, habrá que esperar varios años para ver el negocio.

29 de septiembre 1989: Debuta, anota y para rematar es el gol del triunfo. Casi por un error en las cuentas de plazas de extranjeros de mi mal llamado hermano mayor, y porque el jugador tiene palabra para no haberse ido a Europa con un tal Fabio Capello, hoy ha empezado la etapa en el equipo de un talentoso mediocampista ecuatoriano de 21 años llamado Alex Darío Aguinaga Garzón. Sé que es muy pronto para adelantar conclusiones; pero tengo la corazonada de que será un jugador que haga diferencia y marque época con el equipo. Buena suerte Álex!!!

13 de mayo de 1990: Hoy en CU ha terminado la que ha sido mi primera experiencia en liguillas. Fue fugaz, sí, pero para ser mi primera participación no estuvo mal; sobre todo si se tiene en cuenta que ya me he salvado por pelitos de varios descensos (en Zacatepec en 1985 los locales casi destruyen su propio estadio y de paso linchan a mis jugadores). No dudo que en un par de años me vuelva asiduo participante a la Fiesta Grande y que pueda ganar campeonatos en ella. Curioso es que el primer gol en liguillas de mi historia lo anotó ese muchacho ecuatoriano.

4 de junio de 1995: En 1992, tras caer eliminado por el Puebla en semifinales, llegó el nombramiento de Enrique Borja como presidente del equipo. Si bien es cierto que es un histórico de mi hermano, desde el primer momento se vieron sus ganas de trabajar. El nombramiento de Roberto Saporiti dio como fruto un liderato general y una repesca; pero quien vino a consumar el buen proceso de Borja fue Manuel Lapuente. “Vengo a ser campeón con Necaxa”, dijo cuando llego al club y lo cumplió. Dos goles del gran delantero chileno Ivo Basay y uno más de Álex, quien se perfila como la máxima figura del club, nos han dado el primer título en la era profesional. Un gran equipo con figuras como las dos mencionadas, Ambriz, Aspe, Navarro, Higareda, Peláez o Vilches. Somos Campeones!!! Pero la historia no acaba ahí, también le gané la final de copa al Veracruz y también gané la Recopa de la Concacaf. Sesenta años después, emulando la hazaña lograda por los Once Hermanos, vuelvo a ser el Campeonísimo.

22 de diciembre de 1996: Maldito seas Eduardo Brizio. Un claro gol en fuera de lugar de Jared Borguetti no anulado por él me quitó la oportunidad del triplete. De lo que no hay duda es que soy el mejor de México. Apenas en mayo, logre el bicampeonato en la liga derrotando al Celaya en la final. Muchos dicen que no fue el resultado más justo (gané por gol de visitante). Yo lo veo como justicia poética, 25 años después me desquité de Enrique Fernández, dueño del Celaya y uno de los españoles que me intentaron matar en 1971. Tarde o temprano la justicia llega y eso lo he comprobado.

13 de diciembre de 1998: Tres campeonatos. Soy el equipo de la década. Todos me daban por muerto, todos pensaban que la final de vuelta en el Jalisco ya era cuestión de cuántos goles meterían las Chivas, que solo era esperar 90 minutos para que el Guadalajara se coronara por décimo primera vez. Nada más alejado de la realidad. Un inspirado Adolfo Ríos, un líder nato como Álex, una defensa sólida y grandes delanteros como Hermosillo y Vázquez fueron los cimientos perfectos para confeccionar ese Jaliscazo. Solo nos falta ganarle una al América, ojalá pronto se dé la oportunidad y, lo más importante, que nuestro papá Televisa no meta la mano en ese juego.

14 de enero de 2000: Ahora, además de ser uno de los mejores de México, soy uno de los mejores del mundo. Cuando clasifiqué a este primer Mundial de Clubes el año pasado todo fue muy surreal: buenas entradas en los estadios gringos, playeras no sólo del Necaxa; Cruz Azul, Pumas, Chivas, etc. nos apoyaron y festejaron el triunfo. Necaxa representaba a México y toda “la Raza” en EE UU nos apoyaba. Llego el sorteo y nos tocó con el ManU (campeón de Europa), Vasco da Gama (Campeón de Sudamérica) y un desconocido South Melbourne. Todos me veían como víctima; pero con dignidad y, sobre todo, mucho trabajo de equipo me quedé a nada de jugar la final del torneo. Tras darle un baile al Manchester que no pude capitalizar, ganar al Melbourne y perder apretadamente con el Vasco, quedé segundo lugar del grupo y, por el sistema de competencia, fui directamente al duelo por el tercer puesto. El rival fue nada menos que el mejor de todos los tiempos y el partido parecía complicarse; pero la mística que me ha caracterizado siempre me hizo poder ganar ese partido en penales. Muchos demeritarán este logro diciendo que nadie se lo tomo con seriedad, ardidos, quiero ver cuántos años pasan antes de que alguien cuando menos logre lo que yo enfrentando a tantos grandes equipos.

26 de mayo de 2002: Hay momentos tristes y grises en la vida; pero lo que sucedió este día fue funesto. Yo no podría decir que el América lo pudo hacer todo solo con todo y que el gol del empate fue en evidente fuera de lugar y que no se marcó un claro penal en la ida, mi directiva y mi DT me vendieron. ¿Cómo se explica uno que se pudiera romper una racha de casi 8 partidos sin recibir gol?, ¿cómo se explica uno los planteamientos tan medrosos de Arias para darle vida al América cuando ya se le tenía en la palma de la mano? En fin, nadie está peleado con su comida y eso hoy lo hicieron claro y evidente nuestros directivos y cuerpo técnico. No perdimos nuestra cuarta estrella, nuestros directivos nos la arrebataron de una forma cruel y vil.

16 de julio de 2003: Hay decisiones que de repente no entiendes. Se dice que no tenemos afición, que no llevamos gente al estadio, que no generamos dinero venta de playeras, patrocinios, etc. Nada más alejado de la realidad, solo habría que dase una vuelta en el Azteca para ver que eso era falso; claro que llenar un recinto para cien mil personas es complicado, incluso para el mismo América. Hoy, escudándose en esos argumentos, he dejado mis instalaciones en Cuautitlán Izcalli para llegar a Aguascalientes. Según allá sí habrá seguidores y, por lo tanto dinero. Es cierto que muchos mis seguidores en el DF eran niños que no tienen ingresos; pero los niños y adolescentes crecen y pronto tendrán poder adquisitivo, así que no sé si pensar si esta idea sea buena. Además no sé si la afición de Aguas calientes reaccione de manera positiva, como lo hacía mi fiel afición chilanga. En fin, la decisión ya está tomada desde hace dos años y hoy solo se ejecuta. Adiós Ciudad de México.

11 de mayo de 2007: Más sencillo no puede ser. Desde que llegué a Aguascalientes no ha pasado nada con el equipo. Lo más relevante ha sido esta Libertadores de la cual hoy quedé eliminado. Ha sido difícil hacer que el aficionado aguascalentense se identifique con el equipo; pero tras una gran primera ronda, la gente estaba metida con el equipo. ¿Qué ocurrió?, que por un maldito concierto de Shakira no se pudo jugar la vuelta vs el Nacional en Aguascalientes. ¿Para qué quiero un estadio de primer mundo si no lo puedo usar en el momento necesario? Lo rescatable es que hoy regresé a mi casa y mi querida afición me recibió como si nunca me hubiera ido. Tristemente no les pude dar la alegría de la clasificación a la siguiente ronda; pero no cambio por nada el recibimiento en mi verdadera casa: el Azteca.

9 de mayo de 2009: No hay nada más triste que pasar el momento más triste de tu vida en tu verdadera casa y, para variar, contra el que ahora es tu rival más odiado. Gracias por matar 86 años de historia con tres seguidos de estupidez. No tengo nada más que decir.

21 de agosto de 2013: Hoy cumplo 90 años y sé que debería ser cuestión de alegría y orgullo. Pero con lo que me ha pasado los últimos años, me deja un sabor agridulce. Después de descender, volver a ascender y volver a descender, creo que yo y todo mi alrededor sufre de amnesia. A mí porque me he olvidado de ganar, me he olvidado de ser protagonista, vamos, hasta se me olvido que mi historia me exige jugar en primera siempre. A lo que me rodea porque aquellos que se supone eran referentes y símbolos de mis logros pasados me han abandonado: ni Álex, ni Nacho, ni Ricardo, etc. Sólo ese gran central que llego en 2007 no me abandonó, me acompañó en mis descensos y, aún retirado, manifiesta más interés, conocimiento y preocupación por mi situación que mis figuras. Si eso no fuera suficiente, un grupo de mercenarios me mal aconsejan y me desinforman aprovechándose de mi amnesia: “no eres Rayo, eres Gallo”, me dicen. Pensándolo bien, no sé si esto sea realmente Alzheimer, lo que me llevaría a la muerte irremediablemente. Pero no importa, soy grande y con historia y, si eso pasa, yo, como el ave fénix, sabré resurgir de las cenizas que dejen todos aquellos que han hecho todo lo posible por destruirme. Fuerza Rayos!!!