Un Necaxa sumergido en la penumbra reta en Aguascalientes a Tigres, que debe aprovechar el momento para gestar la revolución que haga posible la defensa efectiva de su título en la Liga MX
Con el Clausura 2017 acercándose, alegremente para unos y peligrosamente para otros, al tramo final de su primera fase, las oportunidades de abastecerse de puntos son irrechazables.
Bajo el amparo de la jornada 13 en la Liga MX, los Rayos del Necaxa le abren la puerta del Estadio Victoria, en Aguascalientes, a un rival potencialmente mortal, pero que parece encontrarse en un letargo que lo vuelve vulnerable: los Tigres de la UANL.
El actual campeón del Futbol Mexicano mantiene su complejo funcionamiento basado en la tenencia de la pelota, pero está sufriendo la escasez de generación de oportunidades claves de gol, el desaprovechamiento de las que crea, y desatenciones puntuales en defensa que le han causado dolorosas caídas.
Las matemáticas indican que tanto Necaxa como Tigres siguen con esperanza de jugar la Liguilla por el título del Clausura 2017. No obstante, el factor cancha, lo palpable jornada a jornada, pone en entredicho este argumento.
Comenzando por los Rayos, cualquier ilusión de revivir lo gestado la temporada pasada es echada por la borda al revisar sus presentes credenciales: 2 triunfos, 4 empates y 5 derrotas. Hace 5 partidos que no sabe lo que es ganar.
Su último partido en la Liga MX confirmó su condición de olvidadizos, desmejorados: un seco 2-0 en su visita a la Bombonera, en donde los Diablos Rojos los envolvieron con su mejor futbol para usarlos como trampolín hacia el liderato.
Buena parte de la caída del rendimiento del Necaxa se debe al estado de forma de Edson Puch. En el delantero chileno se fincaba mucha de la fuerza de su mecanismo de ataque. Tras su buen torneo anterior, todo adversario de los hidrocálidos se han enfocado en desactivarlo.
Ante este escenario de falta de variantes para lastimar a sus oponentes, el panorama de Tigres luce similar en resultado pero distinto en la manera en la que se llega al mismo. Es la tercer peor ofensiva del Clausura 2017 pero falta de vías hacia el marco rival no se le pueden señalar.
Ricardo Ferretti es un entrenador que gusta de reinventarse a base de arduo trabajo. Los Felinos han transitado del juego posicional, al directo y posteriormente un híbrido. Sus extremos han pasado de abrir el campo a centralizarse para fijar adversarios y permitir la subida de laterales o la caída a banda de su delantero centro, André-Pierre Gignac.
Jesús Dueñas, lateral en los albores del torneo, ahora juega como un interior mixto, con labores de población del medio campo, pero con una clara preferencia por incorporarse al ataque desde segunda línea. Eduardo Vargas no ocupa el puesto de un ariete, suele botarse para fungir de enlace, de media punta, y así ampliar la vida de las progresiones regiomontanas.
Entonces, el repliegue bajo de los rivales, en ocasiones casi a la par de la línea de gol, la falta de éxito en acciones individuales, pases, definición, ubicación en el campo, y la aplicación defensiva de los adversarios son los elementos que han privado de goles a Tigres.
Del otro lado del campo, en la retaguardia felina también hay que resaltar que ha habido desatenciones que han terminado en tantos en contra. Simplemente, en la más reciente presentación del chicos de Ferretti un pase de ‘Chapo’ Montes al espacio dejó a Elías Hernández de cara al marco, con la complacencia de Ayala y Juninho quienes se dejaron ganar la espalda y, luego, no pudieron dar alcance al nacido en Morelia.
Así, con sus malestares por delante, y su gran deseo de montar una epopeya en esta recta final del Clausura 2017, Necaxa, pero sobre todo Tigres, sabe que los 3 puntos que se disputan en Aguascalientes serán catalizadores de su auge o caída en la Liga MX.
Fuente: Televisa Deportes
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